La mente es muy compleja, es la que nos define el camino, por tantas experiencias vividas, se despiertan direcciones, lo que deseaba encontrar, sin temores, sólo aquel respeto a la vida y a lo divino, aunque muchos dicen no creer, existe algo más grande que toda la existencia misma, que me despierta y abre mi mente. Ante todo sigue existiendo un vacío, que busca un instante y espera el mejor momento.
Restaurando lo deteriorado la mente sigue buscando el momento, el día y la noche se hacen cortos pero el tiempo no llega y la historia se alarga, no hay un más allá y aunque se siente bien el caminar en este sendero, no hay más que decir. Si se termina la vida no habrá nada que pueda mejorar, sin marcha atrás. Descanso y reposo, sin esperar que solo llegue el día, "el mejor momento". Destino el tiempo necesario para seguir caminando, aunque no se dibujen soluciones, es mejor tener esperanza y permitirse respirar el aire de lo puro, donde no habrá más sufrimiento, donde el camino me dibujara el momento y terminaré despertando a la verdad de mi ser.
Autor: Jesús Lobo. -