Estaba tan agotado y sin embargo no logré dormir,
sentí tu rostro que se acercaba y tu mirada que me invadía, tantas cosas juntas
en un sólo instante y tan lejos de encontrar lo desaparecido en el tiempo.
Un causante el camino que hizo de un rumbo dos
destinos pero una razón. El camino que
despertó pasos enfrentados, pero que en un solo instante se desterraron de su
tierra y cada cual diferentes destinos.
Un solo ser donde se lograba sentir un solo pálpito, cada retumbar en el
pecho no dormía ni un segundo, siempre se dirigía plenamente con un único
pensamiento, donde las flores florecían y el destellar de una luz los
acompañaba.
Si se lograra detener el tiempo y mirar en el
pasar de los años un sólo segundo, un único vestigio, cansado estaría pero
pleno en alegría. Aquel único momento se hace presente cada vez que los
recuerdos se posan en el recuerdo de una sonrisa clara y fugaz, donde logré
respirar la paz en silencio. Sin ningún bullicio se destacaba tan sólo un
despertar que nunca llegó, pero que saltó a lo más alto en la lejanía, cuando
existió lo inalcanzable, lo que detuvo y marcó mi vida.